Saque unas plantillas , a ojo, con un trozo de papel, tomando medidas directamente sobre el pie. Luego se cortan en tela, en este caso unos recortes de pantalones vaqueros viejos que guardaba por casa, yo lo guardo todo.
Corte dos trozos de vaquero, uno para el exterior y otro de forro interior y también pegue una entretela para que quedara más duro.
Luego decore las zapatillas con biés de colores y cinta de píquillo, en la siguiente foto están las que he hecho para mi hija y otras para mi.
También corte unas plantillas para el interior, no es necesaria, a mí me gusta el tacto del esparto en la suela del pie, pero bueno eso va a gustos, yo corte unas plantillas y la verdad que es más complicado para coser, pero también queda la zapatilla mejor acabada.
Con el pie bien apoyado en la suela tomamos medidas para colocar bien el talón y la puntera, para que queden bien ajustados al pie, y a poner alfileres, muchos alfileres.
A mí me gusta coser todo con unas puntadas pequeñas de un hilo de color tostado, o gris...que quede muy disimulado y luego ya hago el cosido típico de las zapatillas, más de adorno.
Coser es la laborioso la verdad y lo peor la punta de la zapatilla que casi no podemos meter la mano, y además la plantilla va por encima y hay que pillarla con la aguja también, pero bueno con puntadas pequeñas y paciencia.
Con todo cosido he tomado medida de la cinta que agarra el tobillo, yo he puesto un botón y para engancharlo un ojal de goma.
Y para terminar el cosido típico del esparto.
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